viernes, diciembre 5

Y ahí estás, frente a mí
bailando.
Agitando tus brazos marcianos,
acariciando al humo que trepa
cual serpiente por tu enredadera,
y que dijo una vez
que perecerías inmóvil
atada pies portus
a una vasija de color café-greda.

Seguro que no tenía conciencia
....para mirarte,
............................ni menos para hablarte.

Y por eso está ahì,
....volviendose loco,
incapaz de distinguir la realidad,
....y de defender
...........su supuesta cordura.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Así estamos todos...