lunes, junio 30

..

Y luego,
cuando quise conocer el universo,
cerre los ojos.

domingo, junio 29

De como conocí a Alicia.

Son tres cosas las que veo cuando despierto.

Una muralla blanca con salpicaduras de pintura,

y un hoyo perfectamente circular,

que parece enfocar justo una silla celeste.

No hay nadie sentado en ella
cuando miro de reojo,

pero si cierro los parpados

aparece un niña cantando.



Un día le pregunté si era necesario hacer tanto alboroto

y no atino a reírse de mí.

Me contó que hace décadas

ella miraba a través de la muralla

pero sin ver a nadie.

Hasta que apareció mi voz.




"¿Por qué esperaste tanto para hablarme?"
, preguntó.

Y le respondí: "Yo solo te esperaba".



No perdimos el tiempo en conocernos

y buscamos la forma de que uno de los dos cruzara.

Al paso de algunas horas

nos fuimos dando cuenta de que era imposible.

Y solo nos quedó
tomarnos la mano.


-Carta a Quiên (XII)--

jueves, junio 26

Adios Don Martin.

Fui a ver quien tocaba la puerta, y pregunté…

-¿Quién es y qué desea?
-Un vasito de agua, compañero. Si no es mucha la molestia.
-Discúlpeme, de haberlo sabido antes..

Y le abrí la entrada de mi hogar como si se tratara de un hermano.
Era un hombre bajito, no medía más de un metro y cincuenta. Llevaba un sombrero de copa morado y una chaquetita verde sin bolsillos. Por su barba pude adivinar que no se trataba de un niño. Me dio la mano muy agradecido y lo guié por el pasillo que daba a la cocina.

-Una casa muy acogedora.
-Si, así es. A costado mucho esfuerzo, no crea que no. Ya llevo un buen tiempo acuí, acompañándola. Cuidándola.
-¿Vive usted solo, compañero?
-Si, me gusta más mi soledad que estar acompañando la soledad de otro. "Estar conmigo", suena menos triste.
-Ah, como lo entiendo. No existe mejor compañero que uno mismo y el viento.
-Venga, pase por aquí.

No puedo negar que al principio estuve bastante desconfiado, ya sabemos como es la ciudad, nunca se sabe si el que toca la puerta busca solamente lo que dice. Pero yo no podría negarle un vaso de agua a nadie. Después de verlo supuse (por su atuendo) que él no vivía en la ciudad tampoco...

-¿Hace cuánto ya que abandonó la agradable vida en la ciudad?
-Ya son años, ¿serán 7 u 8? no sabría decirle la verdad.
-Ah, le falta uno para dar el gran paso, compañero.
-¿Y usted?, tampoco vive en la ciudad.
-No, la dejé hace muchos años. Ya no recuerdo cuantos. El día que partí dejé mi reloj atrás y me olvidé de los días. No sabe el cambio que eso significó, pero después de 9 meses me acostumbré y empecé a vivir como si los días no pasaran. Agradezco por eso.
-¿Y desde entonces a qué se dedica?
-A aprender lo que no aprendí cuando vivía entre los edificios y el pasto de cemento. A conocer lo que no conocí mientras caminaba entre personajes disfrazados. ¡Y uno no se cansa, compañero!, todos los días descubro cosas nuevas, ¡todos!
-¿Y a qué se debe a que hoy toque mi puerta en busca de un vaso de agua? Discúlpeme por tanta pregunta, pero es que usted me tiene intrigado.
-¿No lo adivina?
-Tenía sed.
-Ja ja ja, muy bien, pero no. Eso si no piense que le estoy mal agradeciendo su vaso de agua, no, no es eso, compañero.
-No, no se preocupe que por mi mente no pasan ese tipo de ideas.
-Hoy salí a caminar como lo hago todos los días. ¿Vio el atardecer de esta tarde?
-La verdad es que no. No acostumbro a salir de mi casa, salvo para ir a comprar, y cuando lo hago trato de hacerlo lo más rápido posible.
-Compañero, no sabe de lo que se pierde. Bueno le sigo contando porque llegué aquí esta noche...

Después de la larga conversación me di cuenta de que su visita no era una coincidencia. Ese hombre con botas rojas y un bastón que media casi el doble de su estatura, no es taba tomando agua en mi casa porque si. No soy un religioso devoto, no rezo en las noches, ni doy gracias a dios antes de cenar, pero esa noche sentí unas grandes ganas de sentarme al piano y tocar, tocar, tocar y tocar. No lo hice, claramente por que no tengo piano y no se tocar, pero estoy seguro de que esa noche podría haber sacado todas esas canciones que suelo escuchar en mi cabeza y logro memorizar. Lo despedí sin decir hasta luego, porque sabía que no nos volveríamos a ver.

-Chao compañero, y gracias por el vasito de agua.

Queremos Erucarnos

¿Cuándo va a cambiar?
Porque nosotros tambien queremos erucarnos.
No porque seamos menos,
o vistamos diferente
no tenemos derecho a erucación.
Me comparan con un papel,
leen mis antecedentes y creen saber quien soy.
Ustedes si,
ustedes no.
¡No sean mal erucados!

Si mi mamá no sabe leer,
es porque tuvo que GANARSE LA VIDA para poder comer.
No es culpa suya que no sepa sumar,
en sus tiempos había que pagar para comer.

No es que lo justifique,
pero...
¿Encarcelar a gente que roba para vivir?
¿Es bandalismo
o es un acto desesperado por alimentarse?
Tampoco dejaría tras las rejas
a esos que desde arriba miran pero no ven.
¡Erucación, hombre!

La señora de mi hermano recien hoy tuvo su primera hija,
la Maidita.
Con harto esfuerzo habia entrado a estudiar,
pero ahora va a tener que dividirse
para poder estar con su hija y jugar,
y para alimentarla y trabajar.
(Ahora viene el tipico cambio de pista.)
¿Pero se dan cuenta lo mal que le hace a la cria
no estar con su madre?
Durante los primeros años
la esponja lo unico que va a absorver
va a ser ausencia.

Yo lo que quiero es un brindis,
y empezar a erucarlos.

miércoles, junio 18

¡Zelwpvfa!

Ya no quedan más lágrimas.
Estas lágrimas,
que hoy se convirtieron en aire,
son las mismas que ayer tocaron
mi boca,
mis ojos y
mis manos.
Fue el leteo de tus besos,
que si.
Y la mirada que no me diste, lo que no.

Perfume amenazado por caricias.
Hoy, pensarte ya no es una prueba de amor.
Son recuerdos, que no provienen del corazon ni de la piel.
Son fragmentos del cerebro.
Son como suaves dulces, que me hacen temblar por mi diabetes.
Y tu lo sabes.

Toda tu pasión la dejé de sentir solo en segundos.
El día que respetes Las Aguas,
¡Ah!, ese día
obtendré los regalos que te prometí.
No son suspiros, no creas.
Son solo los recuerdos de todos los momentos
en que me hiciste sufrir.


-Junto con Glob. Mis ideas, sus palabras-
-Carta a Quiên (XI)-

martes, junio 17

Cartas a Quién.

- X -



Quién, fue la única
que no necesitaba de palabras
para entender las ideas.
Quién, nunca estuvo segura de nada,
ni siquiera de quién era Quién.

Quién, estuvo bajo un árbol morado en pleno verano.
"Quién", después de repetirla mucho tiempo
pierde significado.
Quién, incluso después de eso
todavía entiende.
Quién, camina descalza luego de
estar presa.

Quién, me enseñó que son simples los importantes,
e importantes los simples.
Quién fuera fóbica a tódico.
Quién fuera breve.
Quién, a veces no fue Quién.

Quién, en un momento de descontrol
dijo te amo.
Y a Quién, luego en prisión dije
te estoy amando.

Quién, cansada no se quiso-pudo compartir.
Quien, llamó un 8 a las 4,
y cortó un 31 a las 2.
(Quién, no entendía nada al día siguiente.)


Quién, sabe jugar cartas,
pero le gano.....(A veces)
Quién, se dejó manipular cuando buscamos al mafioso.
Quién, vuelve a su mundo
y me hace repetir hasta 6 veces lo mismo.

Quién, inventa poleras con nombres.
Y Quién, invita a las señoras a tomar café.
Quién, camina por caminar,
y Quién, fuma por fumar.
Quién, dice no tener olor,
y se equivoca.
Quién, fuera lagarto, planta y pez.
A la vez.
Quién, es espacial.
Y Quién, botó agua
cuando me leyó al revés.


Quién, es gerente, soldado y bruja.
Quién, dice no esperar,
y Quién, confunde.
Quién, desenfunda
cuando no miras,
y clava.
Quién, ríe.

Quién, me habló de ecuaciones cuando nos conocimos.
Quién, ahora no está.
Quién, en un momento me contó
que era alquimista en un desierto.
Y Quién, dijo que yo era una especie
de paciente mujer de pueblo.



Quién, vio conmigo llover hacía arriba.
Y con Quién, escuche la mitad de un arco iris
un sábado de invierno.

Quién, no acepta que está loca.
Quién, cree reconocer mis caras,
y se preocupa.
Con Quién, no se cuando es hora de irse.
Con Quién, puedo conversar.
Quién, pide música.
Quién, tiene miedico a cumplir áñicos.
Con Quién, conocí el lado deportista de Santiago.
Quién, lee a Neruda.
Con Quién, a pesar de tener los pulmones grises,
puedo respirar bien.


Quién, cree que los árboles la saludan,
y así es.
Quién, se casó con la vida.

Quién, sintió sus ojos mentolados,
y me miró.

Con Quién, caminé a ciegas,
y choqué.



Quién, no se puede resumir en 47 y 33 líneas.
Quién, no está disponible.
Quién, me tiene aquí desde las diez cuarenta y tres.
Y a Quién, echo de menos.

Quién, me invitó a perderme por ahí una madrugada.
Y Quién, se fue sin decir que (no) regresaba.

domingo, junio 15

Es aproximadamente al mediodia cuando empiezan las carreras.
Nunca he sido un buen deportista,
por lo mismo salir a correr no me llama mucho la atencion.
Pero como hay que ser respetuoso y todo eso
a veces me entregan la posta
y me toca partir no más sin abrir la boca.

Después de la primera etapa,
hay una especie de merienda con los demás compañeros.
No digo mucho,
ya que sus temas no son los mios.
¿Un no-deportista qué hace metido entre puros atletas?
Muchas veces me pregunto
y llego a la misma: "Por/para algo debe ser"
El problema esque yo no quiero sacar músulos en las piernas,
entonces estar haciendo todas estas cosas me "retrasan" de cierto modo.
Y esta bien, "hay que ver lo positivo de las cosas".
Pero... ¿no es un poco como conformarse y no proponer un cambio?
Quiero dejar de correr y empezar a nadar.
Pero cuesta porque no conosco a un entrenador que me ayude.
Nadadores conosco a pocos,
y no son del mismo estilo mio.
He encontrado libros y guias escritas que enseñan a nadar,
pero es dificil porque no te corrigen los pequeños ni grandes errores.
Y cuando uno parte necesita un guia que acompañe.
Es como el 1 que necesita del 5 para llegar a ser como el 9.
Algo asi.