Es todo un plan y te pillaron volando bajo con los ojos bien cerrados.
Y aunque no lo quisiera este es un juego de dos.
Un encantamiento para suprimirse del pensamiento
y otro para regalar el sentimiento.
Encantándome te encantas,
y por mi lado yo me muevo igual.
No basta con pronunciar un trabalenguas,
este es del tipo "mal de ojo".
Un combate contra la cordura
(y el café no ayuda en nada).
1 Negra y 2 Blancas,
hasta la mitad caliente y después potable.
(Revolver)
Con tanta agonía un poco de Jazz nos sirve como aliado,
gracias.
Un rito con cuerdas y yo voy descubriendo-te rostros.
¿Te gustan los cánticos celtas?
mejor para este caso El trovador y Las canciones de Sofía.
Parece que mi reloj dejó de funcionar.
¿Un mes? ¡Si el aparato solo marca unos días!
Y para que vamos a estar con cosas
si aquí las paredes tienen oídos.
(Y no son sordos).
De ahora en adelante a fijarse mas en los detalles señores,
que las cosas no son monótonas como parecen.
-Carta a Quiên (III)-
1 comentario:
Sí!! Las paredes no son sordas!!! Pero lástimamente mudas!! Una pared podría contarnos chismes, historias, etc.. Pero imagina que una pared te pudiera contar tantas cosas, lo que hacían tus abuelos, lo que pasó en tal calle de tal año, etc!! Además una parede es el museo de la Calle!! Y me gusta más un museo de la calle que un museo tan normal, cómún y corriente!!
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